casa del ficus BB

La Casa del Ficus es una villa privada de reciente remodelación inmersa entre el verde de los campos de cítricos de la Riviera dei Limoni. Se encuentra en el territorio de Guardia Mangano, un barrio de Acireale, a muy poca distancia del mar (2 km), del volcán Etna y de la ciudad de Catania. El aeropuerto internacional Fontanarossa dista unos 30 km del BandB. Toda la planta baja y parte del primer piso del establecimiento, realizados con la utilización de materiales típicos sicilianos como piedra de lava y cerámica rústica, están destinados a acoger a los huéspedes. Los mini apartamentos cuentan con entrada autónoma, amplio patio frontal y plaza de coche cubierta interna. Las dos habitaciones ubicadas en el amplio piso abuhardillado, disfrutan de una espaciosa sala de estar donde se sirve el desayuno; las de la planta baja cuentan con un rincón cocina con vajilla, cubertería y todo lo que hace falta para cocinar. En el exterior hay 350 m de espacio verde, dotados de jardín donde pasar horas despreocupadas en total relax. Para visitar: Acireale y la Riviera dei Limoni (a 5 km): localidad barroca situada en las laderas del volcán en un altiplano de lava (La Timpa) en desplomo sobre el mar Jonio. Hay que visitar el centro histórico, la Basílica de S. Sebastiano y la espléndida Piazza del Duomo con la Catedral y la iglesia de los Santos Pedro y Pablo. Muy cerca de la ciudad está la Riviera dei Limoni con los barrios de S.Tecla, Stazzo, Pozzillo y S. Maria la Scala, Acireale es también famosa por su carnaval, uno de los más bonitos de Italia, que se celebra en febrero. Siracusa (a 75 km): era la ciudad siciliana más importante en el tiempo de los griegos. Hay que visitar la isla de Ortigia con la Catedral, la fuente Aretusa y sus papiros, el Teatro Greco (uno de los más famosos del mundo) sede todavía de un festival teatral de tragedias griegas, el Orecchio di Dionisio y toda la amplia zona arqueológica patrimonio turístico de la ciudad. Catania y la Riviera dei Ciclopi (a 15 km): ciudad construida también en estilo barroco después del devastador terremoto de 1693 que la destruyó casi por completo. Hay que visitar el centro histórico con la Catedral, el Ayuntamiento, la Fontana dell'Elefante, Piazza Università, el Castello Ursino (de época Normanda), el teatro Bellini y la Via Crociferi, una auténtica joya barroca situada en el corazón de la ciudad. Un evento que hay que recordar son las celebraciones de la fiesta de S. Agata que se conmemora el 5 de febrero. Viniendo de Catania en dirección norte, después de unos cuantos kilómetros, se llega a la Riviera dei Ciclopi con los pueblos de Aci Castello, que toma el nombre del castillo normando edificado en piedra de lava que la domina, y Acitrezza relacionada con la novela de I Malavoglia de Verga y famosa por sus Farallones que, según el mito, Polifemo arrojó al fugitivo Ulises. Taormina y las Gole dell'Alcantara (distancia 25 km): fundada por los griegos con la cercana Naxos, Taormina ha tenido un desarrollo muy notable a lo largo del último siglo, convirtiéndose en uno de los centros turísticos internacionales más conocidos. Las bellezas de sus paisajes le han valido el apelativo de Perla del Jonio. Hay que visitar el espléndido Teatro greco-romano, Palazzo Corvaia, el Duomo, el convento de S. Domenico, Castelmola, Giardini-Naxos, la Isla Bella y las cercanas playas de Schisò, Recanati y Mazzarò. Hay que recordar el Festival Internacional de Cine de Taormina que se celebra en julio. En los Monti Nebrodi, al norte del Etna, nace el río Alcàntara que a lo largo de dos siglos, encontrando en los escombros de la erupción de lava del volcán un obstáculo hacia su descenso al mar, se excavó en éstas un nuevo lecho formando las Gargantas basálticas de extrema belleza. Etna (a 30 km): para quien llega al lado oriental de Sicilia es obligado subir por las laderas del volcán. Desde sus cumbres se domina todo el territorio del Etna y se consigue alcanzar con la mirada una inmensa parte del interior de Sicilia, las islas Eolias hasta las costas jónicas calabresas (en los días de buena visibilidad). Con sus 3.300 metros de altura, es el volcán activo más alto de Europa. Sus paisajes y su vegetación, interrumpida aquí y allá por auténticos paisajes lunares donde están las coladas de lava, no tienen igual en belleza y unicidad. Podréis esquiar en el Etna en invierno, y dar paseos inolvidables en primavera, verano y otoño.